Ya desde las fechas primaverales en la que se disfruta de las vacaciones de Semana Santa, los viajeros que esperan con ansiedad que tras el invierno lleguen los ansiados días de sol y mar pueden encontrar en toda la franja costera que se extiende desde Girona, desde la frontera con Francia, hasta la desembocadura del río La Tordera, en la provincia de Barcelona, con un total de 214 kms. la muy conocida Costa Brava, punto de encuentro anual de millones de turistas llegados de todo el mundo.
Hasta la llegada de los primeros turistas allá por los años treinta, lo que hoy se denomina Costa Brava estaba formada por pueblos pequeños de agricultores y pescadores, que agasajaban a los recién llegados en sus propias casas tradicionales, conviviendo con ellos durante toda su estancia en el lugar. La belleza de esta región atrajo en esos tiempos a relevantes escritores y artistas como Dalí, Picasso, Marc Chagall y Rusiñol, entre otros. Hubo que esperar hasta principio de los años sesenta para que se diera un gran desarrollo urbanístico en todas las localidades que contaban con playas de arena, como Lloret de Mar y Tossa de Mar. Sin embargo, otras localidades y algunas playas más abruptas siguieron conservando su esencia tradicional rural. Sigue leyendo