La primavera y la Semana Santa de abril nos estimulan cada año a pensar en destinos costeros, debido al buen tiempo que disfrutamos en esas fechas y que contribuye a abrir el espíritu hacia nuevas experiencias viajeras tras los fríos meses de invierno. Y si hablamos de un lugar muy especial donde la primavera y el verano siempre es diferente y excitante cada año que pasa, ese es Ibiza, la hermosa y atrayente isla de las Baleares, líder en particularidades y ambiente cosmopolita.
A Ibiza la llaman la “Isla Blanca” por su típica arquitectura. Desde hace muchos años, su fama siempre ha estado ligada a la cultura hippy, de la que quedan algunas colonias aún, a sus locales de moda y discotecas, y a las playas y calas nudistas. Sin embargo, hoy en día todo ha ido cambiando y extendiéndose en cuanto a posibilidades, hasta el punto de haberse convertido en un punto turístico muy importante para viajeros de todo tipo y de cualquier lugar del mundo.
En nuestras vacaciones de Semana Santa podremos llegar a Ibiza de dos formas: la aérea o la marítima. Si se elige llegar en avión encontraremos vuelos regulares que nos trasladarán de forma barata y rápida desde Barcelona, Alicante, Valencia o Mallorca hasta el pequeño aeropuerto de Ibiza. Una vez allí, lo ideal será utilizar los transportes públicos o alquilar un coche para desplazarnos por la isla.
Para los que prefieran la vía marítima, desde las mismas ciudades que se mencionan más arriba tenemos a nuestra disposición una línea regular de pequeños cruceros que nos acercarán hasta Ibiza. El viaje es más lento que en avión; sin embargo, la experiencia del trayecto suele ser inolvidable.
Al tratarse de una isla pequeña, desde cualquier punto donde nos encontremos encontraremos cerca magníficas playas y calas a nuestra disposición. Por ejemplo, al Sur está la Playa d’en Bossa, con una gran cantidad de pequeños islotes que se divisan en el horizonte. Al Norte está la hermosa Cala Talamaca. También tenemos Cala Llonga y otras más igual de interesantes. También si se bordea la isla en dirección Norte hallaremos Santa Eulalia, un pintoresco pueblo de pescadores que se ha convertido desde hace muchos años en un importante destino turístico debido a su excelente infraestructura y a sus bellísimas playas, como las de Santa Eulalia, Es Caná o Cala Blanca. También al norte encontraremos San Juan (Sant Joan), con hermosas playas como Cala Sant Vicent, Cala Xarraca y Cala Portinatx, además de su conocida Cueva des Cuieram, antiguo templo cartaginense dedicado a la Diosa Tanit.
Otros destinos interesantes dentro de la isla son:
San Miquel, donde disfrutaremos de unos paisajes preciosos y excelentes playas.
Sant Josep, con playas magníficas como Cala Brassa, Cala D’Or, Es Vedra y Cala Tárida.
San Antonio Abad y Sant Antoni de Portnani, dos pueblos conocidos sobre todo por su intensa vida nocturna, aunque no por ello deja de ofrecernos unas hermosas playas y calas.
En realidad, toda la costa ibicenca es magnífica y con mucho encanto.
La vida nocturna de la ciudad de Ibiza es conocida en todo el mundo. La calle Barcelona se ha convertido desde hace años en el corazón del puerto y lugar de encuentro para tomar copas antes de dirigirse hacia cualquiera de las muchas discotecas que invaden la isla hasta altas horas de la noche. Toda esta zona es un contínuo espectáculo. Está plagada de restaurantes, terrazas, pubs y tiendas de artesanía. En realidad, cada calle tiene sus particularidades para descubrir. Solo hay que dejarse llevar por el carácter abierto y acogedor de los ibicencos para disfrutar de lo mucho que puede ofrecernos la isla de Ibiza.